Dianita, como de cariño le digo, es para mí (junto con otros ejemplos que ya he platicado y algunos más que me faltan) prueba fehaciente de que el albinismo no es cosa de otro mundo y sólo lo padecen aquellos que mentalmente fueron programados para ello y no lo toman como lo que es, un reto, como la vida misma lo es ya, por el simple hecho de estar vivos.
Ella es uno de los pilares de los que se está sosteniendo OLA para que sea lo que la comunidad albina espera que sea esta organización. Gracias Diana por tu aportación, 100% íntegra en esta entrada. Agradezco la apertura que haces de tu vida para con nosotros. Creo, sinceramente, que esto sirve de inspiración a muchas personas con albinismo. Compartir tus experiencias reducirá favorablemente la incertidumbre de muchos.